MIS AMIGOS LOS LIBROS: El Club de los Poetas Muertos, de N.H. Kleinbaum, por Ancrugon






Carpe Diem: Vivid el momento. Coged las rosas mientras aun tengan color pues pronto se marchitarán. La medicina, la ingeniería, la arquitectura son trabajos que sirven para dignificar la vida, pero es la poesía, los sentimientos, lo que nos mantiene vivos.

Este es uno de los libros, raro ejemplo en la literatura, pues la obra literaria surgió a partir de un guión cinematográfico, que más me marcaron en mis años de juventud, cuando todavía pensaba que el mundo estaba en mis manos y yo era capaz de cambiarlo, sino todo, por lo menos en alguna parte.

La búsqueda de la libertad a través de la poesía y del reconocimiento de la propia identidad fue un gran descubrimiento, porque entonces me di cuenta que para ayudar a los demás no tienes que ser un ente alienado y clónico que siga las rutinas y las pautas caducas que ya han fracasado, sino que lo puedes hacer mucho mejor desde tu propia lucha y sacrificio, siendo tú mismo y colaborando con las otras identidades en armonía y respeto.

La acción transcurre en un colegio de élite de los Estados Unidos de América, un colegio donde los padres están orgullosos de llevar a sus hijos porque en él se sigue la tradición de la sociedad americana y se les enseña el valor del honor, la disciplina y el patriotismos como elementos indispensables para la vida de todo hombre de bien… Sin embargo, estos pilares del prestigio de tal centro educativo irán cayendo ante la visión de un mundo diferente, más libre, más individual…


La educación de este centro es rutinaria, opresiva, más adecuada para crear seres repetidos que librepensadores, ahuyentando cualquier atisbo de libertad e individualidad y preparándolos para una sociedad competitiva y desconfiada. En cambio, el profesor de literatura, el señor Keating, tiene una visión optimista de la vida y cree en la belleza y en la alegría y les asegura a los chicos que no hay nadie en el mundo capaz de decirnos lo que debemos hacer.



Keating enseña a sus alumnos que la poesía no es simplemente una sucesión de versos indescifrables y aburridos, sino el lugar donde anidan los sentimientos de las personas, donde se cobijan sus pensamientos… Un mundo individual y exclusivo de cada uno que se ha creado para que todos podamos llegar a él y conocer a quien la escribe.


Un grupo de estudiantes se reúnen con su profesor de literatura y comparten su afición hacia la poesía y se autodenominan a sí mismos como “El club de los poetas muertos”. Para sus tertulias eligen una gruta fuera del colegio, donde se sienten libres de cualquier autoridad, donde nada está prohibido y donde cada uno puede expresarse como es, siempre dentro del respeto por el otro y su propia libertad. Esta cueva es como el útero donde se germina un nuevo grupo de hombres, todo lo contrario al colegio, donde se intenta forjar hombres similares a los anteriores.



Los chicos van descubriendo que el mundo es algo diferente a lo que se les había enseñado y cada uno va encontrando su propia identidad y se va creando un ambiente de rebeldía entre ellos. Y aquí tiene bastante importancia el artículo escrito por uno de los alumnos, Charli, donde afirma que todos somos libres de expresar nuestras opiniones y que éstas deben ser respetadas porque no todos estamos obligados a pensar igual ni a tener un mismo ideal. Lo cual choca abiertamente con el ideario del centro.


El momento culminante llega cuando el padre de Neil, un hombre serio y autoritario, le exige a su hijo que deje el teatro y la poesía, pues pretende que se dedique a la medicina. Neil, educado en el respeto y la sumisión, no dice nada y acepta lo que su padre le impone, pero decide hablar con su profesor y éste le aconseja que vuelva a hablar con su padre y que le haga ver que él es el único dueño de su propia vida y de su futuro y que no es propiedad de nadie. Pero no sirve de nada y Neil sólo calla y obedece… hasta que decide suicidarse.

Este hecho es el detonante de una caza de brujas contra toda aquel que se sale del pensamiento uniforme y obligatorio del colegio, y “El club de los poetas muertos” sucumbe ante la presión. La dirección del centro debe buscar un culpable y lo encuentran fácilmente en el profesor de literatura, el señor Keating, por haber introducido esas ideas subversivas en las cabezas de los estudiantes.

El señor Keating es expulsado del centro, pero cuando entra en la clase para recoger sus cosas, sus alumnos se suben sobre los pupitres y le despiden con su grito de guerra “¡Oh, Capitán, mi Capitán…!” Demostrándole con este gesto que han sabido valorar sus enseñanzas y desafiando así la ideología de obediencia y sumisión del centro. El germen de libertad ya ha echado raíces entre ellos y, por mucho que los otros profesores, fieles seguidores de la tradición educativa, se empeñen, nada les podrá hacer cambiar de opinión. 


El mundo que te rodea te educa, pero eres tú quien debe decidir el camino a seguir, porque ellos no van a estar siempre a tu lado y sólo tú serás el único responsable de lo que hagas… Nadie va a vivir tu vida por ti, sólo tú puedes hacerlo…

No desaproveches nada del presente, pues no es seguro que puedas vivir el futuro… La vida no concede ni créditos ni hipotecas…


CINE


En el año 1989 se realizó una producción cinematográfica norteamericana basada en un guión de Tom Schulman que recibió el Oscar de Hollywood al mejor guión original, fue dirigida por Peter Weir e interpretada por Robin Williams, Robert Sean Leonard, Ethan Hawke, Josh Charles, Dylan Kussman, Gale Hansen, James Waterson, Allelon Ruggiero, Kurtwood Smith y Lara Flynn Boyle en sus principales papeles. En 1991 se publicó una adaptación del guion original, en forma de novela, escrita por la ex-reportera y editora Nancy H. Kleinbaum.






Participación


“Carpe diem”, vive el momento… La vida es algo fugaz, como un relámpago que te das cuenta de su existencia cuando ya casi es un recuerdo…

¿Realmente pensáis que vivimos plenamente o, por el contrario, dejamos que el tiempo se nos escape como el agua entre las manos…?

Contádmelo y juntos intentaremos apresad el humo entre los labios…

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